lunes, 23 de abril de 2012

Opinión: Juegos deportivos

Lo primero de todo es declararme como amante de los juegos deportivos. Como ferviente seguidor del género quiero que cada vez que me haga con uno, me ofrezca novedades, buenos ratos jugando yo solo o con amigos on-line y nuevas propuestas para jugar con los colegas cuando nos juntamos para echar unas partidas en torno a unos refrescos y una televisión. Lo que lleva sucediendo varios años es que las grandes marcas se han quedado un poco estancadas gracias al éxito. Pondré como ejemplo más claro los juegos futbolísticos, ya que son a los que más se juega aquí en España.


Recuerdo todavía la saga FIFA hace ocho o diez años. Entre mi grupo de amigos era la más jugada por goleada. El juego ofrecía posibilidades varias y tenía numerosas licencias y unos gráficos punteros para aquella época. Pero de golpe y porrazo apareció Pro Evolution Soccer (PES) arrebatandole esa supremacía a la serie de EA Sports. El secreto de por qué Konami consiguió hacerse con el liderato fue simple, reflejar en sus entregas lo que el consumidor quería, algo más similar a lo que es el fútbol que vemos en la tele y más complejo que lo que FIFA ofrecía ya que con el tiempo era bastante sencillo ganar todos los partidos y fichar. PES se mantuvo arriba bastante tiempo. Alcanzó la cumbre con su sexta entrega, que contaba con una jugabilidad novedosa, múltiples modos de juego y proporcionaba al jugador grandes ratos delante de la consola. Pero Konami no aprendió del descalabro de EA años atrás. Se volvió conservadora. Alcanzó un nivel que parecía imposible de superar (ciertamente fue insuperable en PS2) pero en ese instante de relajación llegó la nueva generación. EA, previsora  de que era su gran oportunidad, tiró a la basura el desarrollo de los últimos juegos en la vieja consola de Sony y se dedicó a invertir en la nueva generación, mientras que Konami esperó repetir resultados ofreciendo al cliente habitual de estos juegos lo mismo que antes pero con un motor gráfico parcheado para mejorar  la calidad visual y con cuatro cosillas sueltas más. Y así pasó. FIFA dio en 2009 un puñetazo sobre la mesa y entonó un sonoro y contundente "Ya hemos vuelto". A partir de aquel año, FIFA ascendió meteóricamente reconquistando el panorama futbolístico europeo, donde se había mantenido en una lucha igualada con PES. Al año siguiente, PES todavía mandaba en España, pero por poco tiempo. Lo nuevo de la compañía nipona fue una batacazo esperado ya que no se invirtió ni en nuevo motor gráfico (se sigue utilizando a día de hoy el mismo que en PS2 pero parcheado a más no poder) ni en nada que pudiera revertir la situación. FIFA arrasó en toda Europa de nuevo y logró el dominio en España (territorio hasta entonces muy arraigado al Pro Evolution). A partir de ahí, el juego de la compañía canadiense no ha tenido rival. Ha sido imparable, creciendo más año a año mientras que PES solo ha podido intentar dar un giro a la tortilla comprando los derechos de la UEFA Champions Leage o la Copa Libertadores, algo más anecdótico que otra cosa.


Y aquí es donde llega mi pregunta, ¿no ha llegado el género a un punto en el que no se puede avanzar más como para rellenar ese cupo de novedades para una entrega anual? Yo creo que sí. Y no me remito solo a FIFA, lo hago también con otras series punteras como son NBA 2K o Madden NFL, aunque podríamos aplicar también esto a los juegos de F1. 

A mi parecer, estas sagas han llegado ya a un límite en esta generación. Comparando las entregas de un año a otro inmediatamente anterior es difícil apreciar diferencias notables bien implementadas. Por ejemplo, FIFA 12 ha añadido un nuevo motor de colisiones, pero por lo que he podido jugar, el motor no está bien adaptado del todo al juego todavía. Eso indica que hay que mejorarlo y dicha revisión se llevará a cabo en FIFA 13, por lo que al final, nos han vendido algo este año que estará bien pulido el año que viene, es decir, otros 70€ para el saco de EA. O con Madden NFL 2012. Las diferencias con el 11 no son muy apreciables que digamos. Las hay, pero son meros detalles. Menús, alguna que otra cinemática o comentario nuevo y un mejor desarrollo de los golpes, pero poco más. El juego es casi el mismo. Y así puedo seguir con cada saga deportiva que queráis. 


Yo, como un jugador más, propongo alternativas. Pero claro, esta propuesta está claramente influenciada por el lado en el que me posiciono. Esa idea que promuevo es la de las entregas bienales (cada dos años). De esta manera, los desarrolladores tendrían más tiempo para pulir los detalles, el impacto en el consumidor sería mayor y por tanto, las ventas aumentarían. Algo parecido ha hecho la serie, hasta hace unos años líder, NBA Live, ahora llamada NBA Elite. No acabaron contentos con el trabajo que hicieron. No les pareció lo suficientemente fuerte para competir con 2K Sports y decidieron tirar el proyecto a la basura este 2012 y empezar de nuevamente, con una idea más estructurada y sabiendo lo que quieren conseguir. Esto ha ocasionado pérdidas como es lógico, y que NBA 2K12 haya arrasado en ventas, pero quien sabe si al año que viene NBA Elite 13 puede ofrecernos una visión del baloncesto americano diferente y más divertida que la que tenemos actualmente. Ese año de inervación puede revitalizar la serie. 

Pero claro, esto es un negocio. Y como tal hay que vender y sacar dinero. Mi reflexión final es que mientras sigamos comprando juegos deportivos de manera anual, y las grandes distribuidoras sigan llenándose los bolsillos de fajos y fajos de billetes, estas seguirán sin proporcionarnos juegos que innoven y se reinventen a sí mismos para que, nosotros los consumidores, podamos disfrutar y amortizar los 60€ que cuesta el juego. 

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